lunes, 28 de agosto de 2023

Corrijo.

Todos los hombres y mujeres son mortales.

Sócrates es un hombre e Hypatia una mujer.

Luego tanto Sócrates cómo Hypatia son mortales.

 

Tarde pero seguro. 



 


viernes, 21 de octubre de 2022

21 de octubre de 2022. Dos apuntes para mis seguidores y para mi mismo. Una canción recientemente descubierta.





   

martes, 16 de septiembre de 2014

domingo, 27 de abril de 2014

Decencia



Este bar, tan entrañable desde tiempos remotos, testigo de momentos desenfadados y felices, ahora también forma parte de un recuerdo de decepción y vergüenza.  Solo fue el lugar de una conversación. El sitio y sus gentes siguen siendo entrañables.

Dos palabras que ayudan.

Decencia: Aseo,compostura y adorno acorrespondiente a cada persona o cosa. Recato, honestidad, modestia. Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas.

Luego es indecente quien  grita, insulta, no cuida los modales y  reprocha el no compartir la moral dominante, tantas veces hipócrita doble moral.

Dignidad: Cualidad de digno. Excelencia o realce. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.

Es indigno quien no escucha, quien  se comporta con desprecio hacia la opinión ajena, quien construye un discurso humillante a partir de exclusivos y unilaterales juicios. Y es que el envanecimiento ciega e insensibiliza.

¿Nos puede pasar a todos?. 

viernes, 25 de abril de 2014

Kurt Gödel y el porqué la Matemática no es una ciencia exacta,

 

 Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra consistencia significa duración, estabilidad, solidez y también trabazón, coherencia entre las partículas de una masa o de elementos de un conjunto. 

Las Matemáticas definen la consistencia de una teoría o sistema axiomático, como su capacidad para no contradecirse, es decir, con los recursos que proporcionan sus axiomas y afirmaciones es imposible concluir que  algo es cierto y a la vez que no lo es. Por ejemplo si digo "Esta frase es falsa", y supongo que la frase es falsa y lo que afirma no es verdad, se contradice la suposición de que es falsa. Si la frase fuera verdad, se afirma lo que dice y esto contradice también la suposición de que sea verdadera. No hay manera de asegurar si la frase es verdadera o falsa. Una teoría consistente, sería aquella en la que no se pueden dar paradojas como la anterior para que, como dice el diccionario de la RAE proporcione estabilidad, solidez y trabe sus elementos y resultados de forma irrefutable.

Las Matemáticas definen también la completitud de una teoría como su cualidad o capacidad para demostrar que cualquier afirmación, relativa a ese sistema, o es cierta o no lo es, se puede decidir solo una de las dos posibilidades. De otra forma, un sistema sería incompleto cuando no puede verificar la certeza o no de una afirmación de manera que se pueden generar situaciones en las que no se puede decidir..

Consistencia: no hay contradicciones.

Completitud: todo se puede decidir.

Pues bien el señor Kurt Gödel allá por el año 1939,  ( por aquí estábamos perdiendo una guerra)  incorpora los elementos de la aritmética (Gödelización) a la sintáctica y la semántica del metalenguaje utilizado en la lógica matemática (metamatemática), para demostrar que si una teoría matemática es consistente, no puede ser completa, o lo que es lo mismo si una teoría es sólida y robusta y no da lugar a paradojas en sus afirmaciones, entonces existirán, sin duda, resultados que serán indecidibles y nunca se podrá confirmar si son verdaderos o falsos. Lo que es lo mismo que afirmar que si todos los resultados de una teoría son demostrables y se puede decidir si son verdaderos o no, entonces esa teoría sería inconsistente dando lugar a paradojas matemáticas que demostrarían que algo es cierto y no lo es simultáneamente. A la porra pues con la denominación de las Matemáticas como Ciencias Exactas.

No se debe olvidar que estas disquisiciones logicistas se hacen en torno al sistema axiomático de la aritmética y que hoy en día existen procedimientos como la inducción transfinita, el tratamiento e importancia del azar, el cálculo numérico, la lógica difusa y otros tantos caminos que permitirán verificar si cualquier afirmación es demostrable, refutable o indecidible. Así bien acaba lo que no acaba.









miércoles, 23 de abril de 2014

En pocas palabras

Recuerdo que algunos de mis profesores decían que el sentido común nunca ha sido el mejor consejero para la ciencia. Ockham y su navajero principio estimulan a la elección de la más simple de las opciones cuando se den en las mismas condiciones.  Y, parece ser, que en nuestros días esto se ha adherido al tejido social como el aceite

De forma que cuando las cosas se complican un poco, bien sea en los negocios, en la educación, en la medicina o la justicia, se infiere que la responsabilidad es de quien no puede hacer rentable el negocio, del profesor que no enseña, el cirujano que no cura o el juez que sentencia injustamente. La quiebra, el suspenso, la enfermedad y la condena son consecuencias de la incompetencia del experto, cuyas decisiones son arbitrarias y nadie sabe como alguien les ha dotado de la facultad de tomarlas. Esta es la norma. La opinión mayoritaria validada por la ira y los prejuicios que emplazan a los profesionales al lado de los verdugos

Así que cuando un negocio se arruina, un alumno suspende, un paciente se muere o alguien tiene que ir a la cárcel o pagar una multa, no es porque las ventas hayan menguado, los estudiantes no estudien; la enfermedad sea incurable o haya existido un delito descrito y sancionado, es por la insaciable ¿sed de mal? de quien decide a pesar del análisis, conocimientos y experiencia en los asuntos que debe dirimir.


Esta es la actitud de una sociedad acomodada en la opulencia y la simplicidad. Todo se solventa, se supera, se cura y se recurre con resultados satisfactorios guiados al bienestar del público que vota. Basta extender una mano para conseguir lo que se desea en este mundo fácil.









jueves, 10 de abril de 2014

Bueno y porqué no compartir con los pocos habitantes de este blog, al fin y al cabo, son de confianza.